Cambio de dominio.
Desde el día 01/04/2010 este Blog continuará en la dirección www.circulocarlista.com. Ya estamos trabajando en el traspaso de todos sus contenidos. Desde hoy, la edición digital del Boletín Carlista de Madrid, se encargará de mantener informados a todos los carlistas.
Autor: Ignacio Gómez de Liaño
Editorial: Siruela
Páginas: 216
ISBN: 978-84-9841-222-2
P.V.P.: 19,90 €
Estamos ante uno de los libros más inteligentes que se han publicado en el año que ahora cerramos.
Gómez de Liaño, hace un verdadero repaso a todos y cada uno de los riesgos que sufre la joven democracia española: la intolerancia de las izquierdas, la falta de valor de las derechas, el riesgo del nacionalismo, el totalitarismo oculto tras los grandes partidos nacionalistas y su cómplice el PSOE, los grandes problemas en el mundo de la educación, la falta de libertad en el mundo judicial, la politización de la justicia, el empobrecimiento cultural español, la claudicación ante el terrorismo…
La actual democracia española, en manos de partidos con fuertes tendencias totalitarias (Partido Socialista Obrero Español, con su ramificación representada por el Partido Socialista Catalán, el PNV, y Convergencia), pretende dinamitar todo el pasado español, olvidando nuestra historia y nuestra tradición. Los ataques sistemáticos que esta recibiendo la Iglesia Española, sólo se entiende desde el odio que la izquierda procesa a esta institución, tanto por su altura moral, como por su altura intelectual, y lo que es más importante, por ser la Iglesia la que enseñó a Europa a ser grande, con la perfecta conjugación de los elementos poéticos y los racionales, con el perfecto equilibrio entre el mito y el logos.
Sin duda alguna, uno de los principales males de nuestra democracia es esa manía por parte de las izquierdas en no querer asumir los errores propios, ese echar siempre la culpa a otros, aunque hace cinco años que no estén en el gobierno o más de treinta años que estén muertos.
Asistimos atónitos a una dictadura de la clase política, dado que a los gobiernos se les otorga el mayor grado de impunidad nunca antes permitido. Esta impunidad quedó perfectamente reflejada en la condescendencia con la que el ejecutivo popular tartó a los altos cargos socialistas condenados por crímenes graves (saqueos, terrorismo de estado).
Otro de los riesgos atinadamente denunciados por Gómez de Liaño, es la manipulación de las ideas, del lenguaje, que tantos resultados a dado a la izquierda europea (empezando por el nazismo, continuando por el Partido Socialista Francés, y terminando por el PSOE). Designar matrimonio a las relaciones homosexuales, es un abuso del lenguaje, y un abuso político que enmascara una visión retrógrada de la relación estable entre personas del mismo sexo y una homofonía encubierta, a la par que discrimina a los verdaderos matrimonios. De igual forma asistimos a una manipulación brutal del lenguaje, al calificar el atentado de la T4 como accidente, o a Otegui como “hombre de paz”. Nada nos tiene que sorprender pues el propio presidente Sr. Rodriguez Zapatero ya dijo en las Cortes aquello de “las palabras están para servir a la política y no la política para servir a las palabras”.
Desde este larvado totalitarismo es imposible conducir a una nación libre, como tampoco es posible construir la libertad, enlazando sistemáticamente a los partidos políticos con el mundo de la banca, mediante el control de las Cajas de Ahorros, mediante la condonación abusiva de deudas (recordar los 3 millones de euros condonados por la Caixa al Partido Socialista). Tampoco es posible construir una nación desde la imposición de la igualdad, a través de la adopción rigurosa del principio paritario.
De igual forma, es más que dudoso, construir una democracia real, sobre Instituciones artificiales como los sindicatos, que aprovechándose de los bienes del Régimen Franquistas, llevan paso a convertirse en los primeros propietarios del país, sin que sus cuentas patrimoniales sean transparentes, y sin que las aportaciones a los sindicatos sean voluntarias como pasa en cualquier Estado libre. A diferencia de la actitud mantenida con la Iglesia, nadie pide permiso al contribuyente para alimentar económicamente a unos sindicatos sin representación real, y sin logros aparentes.
La Democracia española esta necesitada de una larga y profunda cura, a la que poco ayuda la figura de los intelectuales orgánicos (Almodóvar, Ramoncín, los Bardem…), que desconfiando de sus propias cualidades “intelectuales”, necesitan de la caridad del régimen para vivir. La democracia está herida, pues cuando es la propia administración pública la que copa la promoción cultural, mediante el pago a los amiguetes, el Estado Totalitario está cada vez más cerca.
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