Editorial: LibrosLibres, Madrid 2009

Páginas: 350

ISBN: 978-84-92654-01-7

P.V.P.: 20,00 €

Que duda cabe, que hoy por hoy, Juan Manuel de Prada es garantía de éxito.

Su éxito, sin duda alguna, es debido a que es de los pocos autores que tiene la “indecencia” de decir lo que piensa, que curiosamente coincide con el sentir de la mayoría de los españoles.

Varios obsesiones tiene D. Juan Manuel, en las que coincidimos plenamente. La primera es criticar una palabreja que ha tenido éxito: ciudadanía. Cuando el poder político quiere tratar al pueblo como turbamulta, como canalla inculta y acrítica usa esa palabra vacía que nada significa.

Otra obsesión es la de considerar al progre, como causa de muchos de nuestros males, y considerar como mayor riesgo para la salud pública no ya la existencia del progre mismo, sino lo que es aún peor, la caída de la derecha en la trampa de lo políticamente correcto.

La otra gran obsesión es su empeño en mantener la dignidad de todo ser humano, incluso del progre mismo, por encima de las manipulaciones políticas, científicas o sociológicas. El ser humano, lo es desde el momento de su concepción y lo sigue siendo hasta el momento de su muerte natural. Entre la cuna y la sepultura, sólo nos queda un ser humano, al que incluso se le quiere robar el anhelo de la eternidad.

Pero la recopilación de artículos recogidos en la Nueva tiranía, dan para mucho más. De Prada, hace un somero repaso a las nuevas concepciones del derecho, con el olvido del derecho natural y el resurgir del derecho positivo que creíamos muerto con la caída del régimen nazi. El peligro del nominalismo jurídico y social, con la creación artificial de nuevos conceptos para la familia, o para la filiación que deja de ser el fruto de la entrega amorosa entre hombre y mujer, para transformarse en un procedimiento científico; o pretendidos derechos como el derecho a la vida viable.

Temas como la desobediencia civil, la autoridad, la pretendida educación para la ciudadanía y tantos y tantos otros, convierten este libro en un auténtico catecismo antiprogre, convierte a este libro en una fabulosa bitácora para navegar en los mares de la nueva tiranía, tanto más tiránica, cuanto más ladina.