Editorial:Base

ISBN:978-84-92437-13-9
PVP: 20 €

Edición en catalán

El historiador catalán César Alcalá (Barcelona) acaba de publicar Les presons de la República (Editorial Base). Es un extenso libro, 416 páginas, donde se explica la evolución, desarrollo y finalización de la persecución que sufrió la retaguardia catalana durante la guerra civil.

El libro explica caramente un concepto poco tratado. La represión en Cataluña tuvo dos partes: una anarquista y otra comunista. Ambos emplearon métodos represores completamente diferentes. Mientras los primeros preferían el tiro en la nuca, el paseo, las ejecuciones en grupos; los segundos idearon refinados métodos de tortura para perseguir a la Quinta Columna. Impresiona el anexo final, donde incluye el listado de las más de 8.000 personas que fueron asesinadas.

Las 46 checas existentes en Barcelona son tratadas con detenimiento, incluyéndose testimonios escalofriantes de las personas que allí estuvieron. Entre ella los tres barcos-prisión que estuvieron anclados en el Puerto de Barcelona durante toda la guerra civil. Describe minuciosamente los métodos de tortura y las dimensiones de las celdas.

El autor no se centra únicamente en Barcelona. En Tarragona hubo 2 barcos-prisión, poco tratados, y que quedan constatados en el libro. Asimismo hay un tema que ha pasado por alto y del que los historiadores casi no hablan. A parte de las checas el SIM creó 6 campos de trabajo, distribuidos en las provincias de Lérida y Tarragona. Eran campos de concentración al estilo nazi. Allí se torturaba y se condenaba a trabajos forzados a todos los presos.

César Alcalá insiste, a lo largo del libro, que hay que diferenciar los métodos que se llevaron a cabo a lo largo de la represión en Cataluña. Los anarquistas asesinaban sistemáticamente a religiosos, burgueses, y a todos aquellos que estaban en contra de los postulados establecidos. Como escribe el autor “se puede asegurar que el anarquismo cometió un verdadero genocidio sobre una parte muy representativa de la sociedad catalana”.

El autor introduce una tesis que hasta el momento no ha sido trabajada por los historiadores dedicados al estudio de la guerra civil en Cataluña. El autor asegura que los anarquistas dieron soporte al presidente Lluís Companys esperando que Durruti, cuando volviera a Cataluña desde el frente de Madrid, lo sustituyera e implantara un estado anarquista. Al morir Durruti, el 20 de noviembre de 1936, todo se vino abajo.

El último capítulo del libro está dedicado a los testimonios. El autor ha recogido las palabras de algunos de los que se salvaron de las checas y los incluye, dando al libro una significación importante. Ya no es la investigación histórica la que estamos leyendo, sino los sufrimientos y las torturas, padecidas en primera persona, por aquellos que estaban en el bando contrario. Unos testimonios escalofriantes que nos deberían hacer reflexionar a todos.

En las conclusiones se incluyen una serie de gráficos en donde podemos ver la evolución de los asesinatos día a día. Y, como hemos dicho, el libro concluye con el listado de nombres, ordenados por provincias, de todas las personas asesinadas en Cataluña desde julio de 1936 a enero de 1939.

En conclusión, un libro políticamente incorrecto, y que refleja la otra memoria histórica, aquella que algunos dirigentes de la izquierda prefieren olvidar. Gracias a este libro una parte de la historia de la guerra civil en Cataluña permanecerá inviolable y no será sometida a los designios de los políticos.