Cambio de dominio.
Desde el día 01/04/2010 este Blog continuará en la dirección www.circulocarlista.com. Ya estamos trabajando en el traspaso de todos sus contenidos. Desde hoy, la edición digital del Boletín Carlista de Madrid, se encargará de mantener informados a todos los carlistas.
"Dios, Padre nuestro,
Fuente inagotable de vida y de paz,
Acoge en tu abrazo misericordioso
A los caídos de la guerra que arrasó este lugar,
A los caídos de todas las guerras que han ensangrentado la tierra.
Concédeles que gocen de la luz que no se apaga, Que en el reflejo de tu claridad
Ilumina la buena conciencia de todo hombre y toda mujer de buena voluntad
Tú que en Tu Hijo Jesucristo has dado a la humanidad que sufre
Una gran prueba de tu amor por nosotros,
Tú que en Cristo nuestro Señor
Pusiste la señal de un sufrimiento que no es nunca inútil,
Sino que es fecunda de tu fuerza redentora.
Concede a los que en el mundo sufren todavía
Por el odio ciego de guerras fratricidas,
La fuerza de la esperanza sin ocaso,
El sueño de una civilización del amor definitivamente realizada,
El valor de una acción de paz real y diaria.
Danos a tu Espíritu Paráclito
Para que los hombres y las mujeres de nuestra época
Comprendan que el don de la paz
Es mucho más precioso que cualquier otro tesoro corruptible,
Y que mientras esperamos el día sin ocaso
Todos estamos llamados a ser artífices de paz para el mañana de tus hijos.
Haz de todos los cristianos testigos más convencidos de la vida
Como don inestimable de tu amor,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.Amén".
Oración rezada por el Santo Padre Benedicto XVI, el 24 de mayo en el Cementerio Militar Polaco, donde están enterrados 1.052 soldados caídos en los enfrentamientos de mayo de 1944 contra las tropas alemanas que ocupaban la colina donde está emplazada la abadía de Montecassino.
Fuente inagotable de vida y de paz,
Acoge en tu abrazo misericordioso
A los caídos de la guerra que arrasó este lugar,
A los caídos de todas las guerras que han ensangrentado la tierra.
Concédeles que gocen de la luz que no se apaga, Que en el reflejo de tu claridad
Ilumina la buena conciencia de todo hombre y toda mujer de buena voluntad
Tú que en Tu Hijo Jesucristo has dado a la humanidad que sufre
Una gran prueba de tu amor por nosotros,
Tú que en Cristo nuestro Señor
Pusiste la señal de un sufrimiento que no es nunca inútil,
Sino que es fecunda de tu fuerza redentora.
Concede a los que en el mundo sufren todavía
Por el odio ciego de guerras fratricidas,
La fuerza de la esperanza sin ocaso,
El sueño de una civilización del amor definitivamente realizada,
El valor de una acción de paz real y diaria.
Danos a tu Espíritu Paráclito
Para que los hombres y las mujeres de nuestra época
Comprendan que el don de la paz
Es mucho más precioso que cualquier otro tesoro corruptible,
Y que mientras esperamos el día sin ocaso
Todos estamos llamados a ser artífices de paz para el mañana de tus hijos.
Haz de todos los cristianos testigos más convencidos de la vida
Como don inestimable de tu amor,
Tú que vives y reinas por los siglos de los siglos.Amén".
Oración rezada por el Santo Padre Benedicto XVI, el 24 de mayo en el Cementerio Militar Polaco, donde están enterrados 1.052 soldados caídos en los enfrentamientos de mayo de 1944 contra las tropas alemanas que ocupaban la colina donde está emplazada la abadía de Montecassino.
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