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Desde el día 01/04/2010 este Blog continuará en la dirección www.circulocarlista.com. Ya estamos trabajando en el traspaso de todos sus contenidos. Desde hoy, la edición digital del Boletín Carlista de Madrid, se encargará de mantener informados a todos los carlistas.
El Círculo Carlista San Mateo quiere rendir un sincero homenaje al compromiso laical de este ilustre tribuno tradicionalista que antepuso su compromiso cristiana a cualquier otro interés.
En la figura de D. Luís de Trelles hay dos elementos relevantes que nos atraen poderosamente:
- La necesidad de dar difusión a la importante figura de Luís de Trelles.
- Ofrecer la figura de D. Luís como estandarte de laico comprometido en los problemas sociales de su tiempo.
Para cumplir con los dos objetivos creemos necesario distinguir varias facetes en la vida de Trelles:
Trelles político.
Para dar una cabal idea del concepto que Trelles tenía de la política basta mencionar el lema que adornaba la cabecera del diario La Regeneración (diario cuya cabecera se editaba en Madrid, de tendencia carlista, se publico desde 1855 hasta 1877.) en el que Trelles colaboró durante parte de su vida como publicista “Católicos antes que políticos; políticos en tanto en cuanto la política conduzca al triunfo práctico del catolicismo”.
Efectivamente, para entender el compromiso político de Trelles es necesario concebir este como un camino en el que trata de descubrir su verdadera aspiración. En clave de camino espiritual o búsqueda es como hemos de entender la evolución política de Trelles pues iniciando su vida como político moderado, ya en 1853 se suma a las filas del partido progresista, para recalar de forma convencida y definitiva en la Comunión Tradicionalista Carlista (desde 1868).
Estos cambios de partidos políticos no los hemos de entender como una pretensión de prosperar políticamente o de medrar en el sistema político de su época, sino que lo hemos de entender como una reflexión continua para buscar el espacio político en que su compromiso social pudiera adquirir su máxima virtualidad. No es de extrañar por ello que acabara precisamente en la formación política que hacia del catolicismo su bandera (Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo).
Ahora bien católico antes que político Trelles se dará cuenta que por la única vía política no se puede llegar a la salvación de la sociedad española, por ello, desencantado de esta vía decide seguir otros caminos de compromiso como es la fundación de la Adoración Nocturna.
Trelles fundador
D. Luís de Trelles y Noguerol es por hoy por hoy un modelo a imitar. Esta imitación es posible y necesaria precisamente por su carácter de Fundador. Trelles se ve impelido por su compromiso a fundar una serie de obras con el fin de perpetuar su obra humana e individual. Esta fiebre fundacional se refleja en la creación, fomento e impulso de varias fundaciones en el seno de la Iglesia. Patrimonio común a todas ellas es el ansia eucarística que las anima. Si dejamos a un lado la fundación y colaboración en la prensa nos encontramos con las siguientes fundaciones en las que cooperó en su impulso o en su origen.
1.- Las Conferencias de San Vicente de Paúl (Las "Conferencias de San Vicente de Paúl" de Antoine-Frédéric Ozanam (1813-53) constituyen una respuesta nueva a la cuestión social, la labor de estos círculos consistiría en la exposición de la doctrina y la asistencia material y espiritual a los pobres, sobre todo de una manera personal y a través de visitas) fundadas en 1858 en Viveiro. Esta fundación nos confirma una vez más la voluntad de Trelles por actuar dentro de su propia comunidad (compromiso laical), a la par que nos demuestra la continua presencia de Trelles entre los marginados de su época, ya bien sea en los necesitados materiales o en los necesitados espirituales.
2.- El Culto Continuo a Jesús Sacramentado. En mayo de 1868 al morir el fundador del Culto Continuo, D. Francisco Zamora Granados, Trelles se encargo de esa Obra como Secretario. Es precisamente para propagar el Culto Continuo para lo cual Trelles funda la Revista La Lámpara del Santuario. Ya en el Culto Continuo se manifiesta el amor a la Eucaristía en su forma más pura. La misión del Culto Continuo era crear coros de treinta personas, que se comprometieran a comulgar cada uno un día al mes como desagravio e implorando las bendiciones de Dios sobre la Iglesia y la sociedad.
3.- Creación del Centro Eucarístico. Trelles contribuyo en 1872 a la creación del Centro Eucarístico, que tenia como finalidad, promover el Culto Continuo, difundir La Lámpara del Santuario, establecer en España la Adoración Nocturna y ayudar a los Sagrarios menesterosos.
4.- La Adoración Nocturna. El 3 de noviembre de 1877, se celebra la primera Vigilia en Madrid. Trelles consigue uno de los objetivos más buscados en su vida. Para el la adoración es ante todo y sobre todo un acto de amor. La misión de todo adorador es hacer compañía al Santísimo Sacramento con espíritu de sacrificio y amor.
5.- Las Camareras de Jesús Sacramentado. En 1881 se encarga de fundar esta institución encargada en la confección y cuidado del ajuar relacionado con la celebración, reserva y exposición de la Sagrada Eucaristía.
La mera enunciación de sus fundaciones no hace concebir la importancia que para Trelles tiene perpetuar ese amor a la Eucaristía que estará presente en toda su vida (al menos en los últimos treinta años de su vida). Esta fiebre fundadora es la que nos permite hoy concebir a Trelles como un modelo de laico a seguir, como un hombre que sabe transformar su impulso personal en impulso colectivo y que sabe transmitir esa pasión a otras almas tan sensibles como las suya pero no tan activas.
Trelles publicista.
Otra de las grandes vocaciones de Trelles fue la comunicación. Un hombre acostumbrado al manejo de la palabra (su formación jurídica le marcaba), no podía dejar al margen de su actividad la prensa escrita. Podemos decir que esta colaboración en la prensa fue multiforme y variada (temas culturales, éticos y morales, doctrina jurista, temas procesales, justicia social y en defensa de la Iglesia) a lo largo de su vida pues colaboró de una u otra forma en el “Centinela de Galicia”, “La Revista Jurídica y Administrativa de Galicia”, “El Eco de la Revista”,“La Regeneración”, “El Pensamiento Español”, “La Esperanza”, “La Nación”, “El Faro Nacional” y otros periódicos de la época.
No obstante es necesario destacar por su importancia la colaboración de Trelles en el diario liberal (de tendencia progresista) “El Oriente”(1853 – 1854), del que fue socio partícipe y fundador junto con Tiburcio Faraldo y Manuel Vicente Cociña, llegando a ocupar el cargo de Director. Aunque pudiera parecer contradictorio con su modo de pensar y con su militancia católica Trelles intervino en este diario animado por la esperanza de cooperar en el mejoramiento moral de la sociedad española.
Esta actividad periodística y su larga experiencia hacen que en enero de 1870 Trelles sea nombrado Presidente de la Comisión de la Presa Carlista. De este modo desde la diferentes tribunas que la afamada prensa carlista le proporciona (“La Regeneración”, “La Esperanza”…) Trelles defiende la causa de una España católica y de un Rey (D. Carlos VII) que quería ser padre de los pobres y tutor de los débiles.
Ahora bien, la más genuina aportación de Trelles al apostolado de la prensa es la fundación y la redacción casi exclusiva durante más de veinte años de “La Lampara del Santuario”(1870 –1891), revista mensual de 40 páginas, de carácter religioso, para desarrollar la formación y devoción Eucarística. Es este el proyecto que junto con la Adoración Nocturna suponen la mayor aportación de Trelles al compromiso laical. El esfuerzo considerable, tanto económico como intelectual, que supuso la publicación de las más de 10.000 paginas que constituye la obra completa de La Lámpara en época de Trelles, convierten a Trelles en un autentico cruzado por mejorar la cultura religiosa en España. Podemos decir que es difícil comprender el Culto Continuo y posteriormente La Adoración Nocturna sin el soporte cultural, doctrinal e intelectual de La Lámpara del Santuario.
El compromiso laical de Trelles (su evangelización)
El compromiso laical de Don Luís no era unidimensional y es necesario referirse a su actividad como jurista, como periodista, como laico, y como político para comprender la intensidad de vida laical de Trelles.
Podríamos estructurar este compromiso laical partiendo de su compromiso con los marginados (en este sentido el profesor Puy en “Luís de Trelles o el compromiso con los marginados”). Marginados por multitud de causas –políticas, ideológicas, religiosas, económicas…-
Es este compromiso laical el que hace que la figura de Don Luís sea una figura atractiva para todos los católicos. Su continuo trabajo en diferentes campos sociales, su diversa actividad desde la política, pasando por el ejercicio profesional, sin olvidar su actividad publicista, y sobre todo su activismo cristiano, nos demuestran que cuando la causa es intrínsecamente buena las fuerzas nunca faltan.
Biografía:
Luís de Trelles y Noguerol nació en Viveiro (Lugo), el 20 de Agosto de 1819.
Hombre de temperamento muy activo, de indudable inteligencia y de gran erudición, hizo los estudios básicos en el “Colegio Insigne de la Natividad” de dicha Ciudad, fundado por Doña María Sarmiento de Sotomayor (1567 – 1603).
A los 11 años se trasladó al seminario Conciliar de Mondoñedo, centro superior donde se podía cursar entonces la enseñanza media. Allí cursó humanidades y filosofía escolástica, destacando en el dominio del latín y en las asignaturas de Lógica y Dialéctica.
De 1833 a 1838 cursó leyes en la Universidad de Santiago de Compostela. A la vista de su brillante expediente, se le autorizó a adelantar un curso, graduándose de Bachiller a claustro pleno, nemine discrepante en 1836. Al terminar el curso siguiente y último de la carrera, impartió clases de Derecho Civil. En dicha Universidad destacó por su brillantez intelectual, por el dominio de los idiomas y por sus dotes de enseñante como profesor encargado de la asignatura de Derecho Civil. Con otros alumnos de la Universidad y de la sociedad compostelana, promovió distintas iniciativas intelectuales. En estos círculos se encontraban personajes que más tarde destacarían en la política y la literatura gallega y española: Carracido, Neira de Mosquera, Vicente Manuel Cociña, Faraldo, etc.
En 1840 abrió despacho de abogado en su pueblo natal, Viveiro.
En 1842, se trasladó a La Coruña donde se matriculó como abogado en ejercicio, destacando desde el primer momento por su inteligencia y profundo conocimiento del Derecho. Fue abogado de pobres, entonces ejercicio voluntario y gratuito; miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, Secretario de dicho Colegio y Vocal de la Comisión que redactó el proyecto de Reglamento.En esta misma época, y a pesar de su juventud, desempeñó la asesoría y fiscalía de Rentas de La Coruña y, por nombramiento de la Sala de Gobierno de la Audiencia, la Cátedra del Notariado y la Secretaría de la Junta del Cuerpo de Notarios.
Ejerciendo como abogado en La Coruña, es designado por el Capitán General para que ejerza interinamente como fiscal del Juzgado Privativo de Artillería e Ingenieros, la Audiencia Territorial le nombró Auditor de Guerra, cargo que desempeñó hasta su marcha a Madrid. Desde estos últimos cargos, contribuyó a los proyectos de desarrollo de la región gallega en la modernización de los núcleos urbanos, trazado de comunicaciones, tanto marítimas como terrestres, en los primeros proyectos ferroviarios. Intervino en la confección del Tratado de Límites con Portugal, aún vigente. Como Auditor, informó favorablemente la desamortización de los bienes militares afectos a la defensa de las costas y fronteras, facilitando el ensanche de ciudades como Vigo, Ferrol, Tui, Salvaterra, Ribadavia, Corcubión, Verín, Baiona y otras muchas de la región.
Ya en esta etapa coruñesa, junto con otros abogados, fundó la Revista Periódica, Jurídica y Administrativa de Galicia, en la que colaboró asiduamente, a la vez que escribía en otros periódicos y revistas de la región sobre temas sociales, económicos, políticos y jurídicos, destacando sus estudios sobre la aplicación del art. 248 del Código Penal – donde defiende el principio in dubio pro reo; art. 45 de la Ley Provisional – donde se decanta por el principio de legalidad y el control jurisdiccional de los medios de prueba – y en otras materias jurídicas de gran importancia.
En 1852, se trasladó a Madrid. Fue elegido Diputado por la circunscripción de Viveiro en las elecciones de 1853. En agosto de ese año, renunció al acta de diputado por desacuerdo con la política seguida por el Gobierno.
En 1858 fundó en Viveiro la Conferencia de San Vicente de Paúl, movimiento que contribuyó a divulgar en España, iniciando así toda una actividad asistencial que le acompañó durante toda su vida.
Fuera de la política, se dedicó plenamente a la abogacía donde obtuvo señalados triunfos forenses.
Ejerció el periodismo, siendo fundador, redactor y Director, junto a Vicente Manuel Cociña y Tiburcio Faraldo del diario El Oriente de tendencia progresista, hasta que fue cerrado por el Gobierno de Sartorius, y sus responsables fueron objeto de una violenta persecución. Más tarde colaboro en los periódicos La Regeneración, La Esperanza y El Pensamiento Español
En 1863, a los cuarenta y tres años, contrajo matrimonio en Madrid, con doña Adelaida Cuadrado Retana, de la que nacieron tres hijos.
Participó en el Congreso de Jurisconsultos celebrado en Madrid, en octubre de 1863, defendiendo brillantemente una ponencia sobre la codificación del Derecho y los principios que debían inspirarla. Se le concedió la condecoración de Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, por sus relevantes servicios al Estado.
En 1869 fundó la Comisión de trescientos Abogados por provincias para la defensa de perseguidos políticos, que por el hecho de ser católicos iban a la cárcel.
En 1871, frente a Castelar, obtuvo Acta de Diputado por el distrito de Vilademuls (Gerona).
Pero fue con motivo de la Tercera Guerra Carlista cuando la actividad de Trelles adquirió su dimensión de hombre excepcional, tanto como abogado, como apóstol de la caridad. Promovió un “Protocolo para la protección de los no combatientes”, que fue aceptado por ambas partes contendientes y cuyas cláusulas se adelantaron en más de cincuenta años a los Convenios de Ginebra; gestionó la libre circulación de las comunicaciones ferroviarias entre las zonas en conflicto, la inviolabilidad de la correspondencia, la protección e inmunidad de los lugares sagrados y asistenciales, la asistencia sanitaria y humanitaria a favor de los combatientes prisioneros, la eliminación de las represalias y, lo que constituye una obra gigantesca, el Canje de Prisioneros con su integración a la vida civil, que permitió la liberación de 20.000 prisioneros de guerra, y en cuya aplicación, recorriendo miles de kilómetros, escribiendo cientos de cartas, negociando, demandando clemencia y procurando suavizar los efectos crueles de la guerra, fue protagonista excepcional Trelles, reconocido incluso por Cánovas y Sagasta.
Ésta fue la obra humanitaria más importante de esta guerra, que compaginó con su gran patriotismo aceptando la contribución de los prisioneros carlistas en la defensa de los territorios de Ultramar.
Trelles, desde 1854 puede decirse que abandonó la política dedicándose de lleno a la caridad y al apostolado; aunque en 1869 volvió a la actividad política, fue con carácter puramente instrumental, como defensor de la religión. Después de la Tercera Guerra Carlista renunció definitivamente a toda actividad política, dedicándose a la abogacía y al apostolado religioso y social. Como abogado, intervino en famosos procesos, tanto penales como civiles; como católico, empezó una tarea única en la historia de la Iglesia Española del siglo XIX.
- Impulsó la Asociación del Culto Continuo, que dejó a la hora de su muerte 270.000 socios.
- Fundó en 1870 la revista La Lámpara del Santuario que editó, costeó, dirigió y redactó durante 21 años y seis meses, una revista de 40 páginas mensuales, considerada la primera de espiritualidad eucarística de España.
- En diciembre de 1872, fundó El Centro Eucarístico de Madrid, al que quedaron vinculadas todas las obras eucarísticas por él fundadas.
- En 1877, fundó la Adoración Nocturna en España, organizando personalmente hasta su muerte más de medio centenar de centros por todo el país, poniendo los cimientos de esta Obra que cuenta actualmente con más de 25.000 adoradores en España y que se ha extendido a otros países como Portugal, República Dominicana, Méjico, Argentina, Cuba y otros...
- En 1881, fundó las Camareras de Jesús Sacramentado.
Falleció en Zamora el 1 de Julio de 1891, donde le sorprendió una grave enfermedad cuando visitaba las Secciones de la Adoración Nocturna de Toro y Zamora. Sus restos descansan en la S.I. Catedral de esta Ciudad.
Toda una vida ejemplar, reconocida unánimemente, entregada a los hombres, y a la sociedad, que ha merecido la instrucción de su Proceso de Canonización, actualmente en Roma.
En la figura de D. Luís de Trelles hay dos elementos relevantes que nos atraen poderosamente:
- La necesidad de dar difusión a la importante figura de Luís de Trelles.
- Ofrecer la figura de D. Luís como estandarte de laico comprometido en los problemas sociales de su tiempo.
Para cumplir con los dos objetivos creemos necesario distinguir varias facetes en la vida de Trelles:
Trelles político.
Para dar una cabal idea del concepto que Trelles tenía de la política basta mencionar el lema que adornaba la cabecera del diario La Regeneración (diario cuya cabecera se editaba en Madrid, de tendencia carlista, se publico desde 1855 hasta 1877.) en el que Trelles colaboró durante parte de su vida como publicista “Católicos antes que políticos; políticos en tanto en cuanto la política conduzca al triunfo práctico del catolicismo”.
Efectivamente, para entender el compromiso político de Trelles es necesario concebir este como un camino en el que trata de descubrir su verdadera aspiración. En clave de camino espiritual o búsqueda es como hemos de entender la evolución política de Trelles pues iniciando su vida como político moderado, ya en 1853 se suma a las filas del partido progresista, para recalar de forma convencida y definitiva en la Comunión Tradicionalista Carlista (desde 1868).
Estos cambios de partidos políticos no los hemos de entender como una pretensión de prosperar políticamente o de medrar en el sistema político de su época, sino que lo hemos de entender como una reflexión continua para buscar el espacio político en que su compromiso social pudiera adquirir su máxima virtualidad. No es de extrañar por ello que acabara precisamente en la formación política que hacia del catolicismo su bandera (Dios, Patria, Fueros y Rey Legítimo).
Ahora bien católico antes que político Trelles se dará cuenta que por la única vía política no se puede llegar a la salvación de la sociedad española, por ello, desencantado de esta vía decide seguir otros caminos de compromiso como es la fundación de la Adoración Nocturna.
Trelles fundador
D. Luís de Trelles y Noguerol es por hoy por hoy un modelo a imitar. Esta imitación es posible y necesaria precisamente por su carácter de Fundador. Trelles se ve impelido por su compromiso a fundar una serie de obras con el fin de perpetuar su obra humana e individual. Esta fiebre fundacional se refleja en la creación, fomento e impulso de varias fundaciones en el seno de la Iglesia. Patrimonio común a todas ellas es el ansia eucarística que las anima. Si dejamos a un lado la fundación y colaboración en la prensa nos encontramos con las siguientes fundaciones en las que cooperó en su impulso o en su origen.
1.- Las Conferencias de San Vicente de Paúl (Las "Conferencias de San Vicente de Paúl" de Antoine-Frédéric Ozanam (1813-53) constituyen una respuesta nueva a la cuestión social, la labor de estos círculos consistiría en la exposición de la doctrina y la asistencia material y espiritual a los pobres, sobre todo de una manera personal y a través de visitas) fundadas en 1858 en Viveiro. Esta fundación nos confirma una vez más la voluntad de Trelles por actuar dentro de su propia comunidad (compromiso laical), a la par que nos demuestra la continua presencia de Trelles entre los marginados de su época, ya bien sea en los necesitados materiales o en los necesitados espirituales.
2.- El Culto Continuo a Jesús Sacramentado. En mayo de 1868 al morir el fundador del Culto Continuo, D. Francisco Zamora Granados, Trelles se encargo de esa Obra como Secretario. Es precisamente para propagar el Culto Continuo para lo cual Trelles funda la Revista La Lámpara del Santuario. Ya en el Culto Continuo se manifiesta el amor a la Eucaristía en su forma más pura. La misión del Culto Continuo era crear coros de treinta personas, que se comprometieran a comulgar cada uno un día al mes como desagravio e implorando las bendiciones de Dios sobre la Iglesia y la sociedad.
3.- Creación del Centro Eucarístico. Trelles contribuyo en 1872 a la creación del Centro Eucarístico, que tenia como finalidad, promover el Culto Continuo, difundir La Lámpara del Santuario, establecer en España la Adoración Nocturna y ayudar a los Sagrarios menesterosos.
4.- La Adoración Nocturna. El 3 de noviembre de 1877, se celebra la primera Vigilia en Madrid. Trelles consigue uno de los objetivos más buscados en su vida. Para el la adoración es ante todo y sobre todo un acto de amor. La misión de todo adorador es hacer compañía al Santísimo Sacramento con espíritu de sacrificio y amor.
5.- Las Camareras de Jesús Sacramentado. En 1881 se encarga de fundar esta institución encargada en la confección y cuidado del ajuar relacionado con la celebración, reserva y exposición de la Sagrada Eucaristía.
La mera enunciación de sus fundaciones no hace concebir la importancia que para Trelles tiene perpetuar ese amor a la Eucaristía que estará presente en toda su vida (al menos en los últimos treinta años de su vida). Esta fiebre fundadora es la que nos permite hoy concebir a Trelles como un modelo de laico a seguir, como un hombre que sabe transformar su impulso personal en impulso colectivo y que sabe transmitir esa pasión a otras almas tan sensibles como las suya pero no tan activas.
Trelles publicista.
Otra de las grandes vocaciones de Trelles fue la comunicación. Un hombre acostumbrado al manejo de la palabra (su formación jurídica le marcaba), no podía dejar al margen de su actividad la prensa escrita. Podemos decir que esta colaboración en la prensa fue multiforme y variada (temas culturales, éticos y morales, doctrina jurista, temas procesales, justicia social y en defensa de la Iglesia) a lo largo de su vida pues colaboró de una u otra forma en el “Centinela de Galicia”, “La Revista Jurídica y Administrativa de Galicia”, “El Eco de la Revista”,“La Regeneración”, “El Pensamiento Español”, “La Esperanza”, “La Nación”, “El Faro Nacional” y otros periódicos de la época.
No obstante es necesario destacar por su importancia la colaboración de Trelles en el diario liberal (de tendencia progresista) “El Oriente”(1853 – 1854), del que fue socio partícipe y fundador junto con Tiburcio Faraldo y Manuel Vicente Cociña, llegando a ocupar el cargo de Director. Aunque pudiera parecer contradictorio con su modo de pensar y con su militancia católica Trelles intervino en este diario animado por la esperanza de cooperar en el mejoramiento moral de la sociedad española.
Esta actividad periodística y su larga experiencia hacen que en enero de 1870 Trelles sea nombrado Presidente de la Comisión de la Presa Carlista. De este modo desde la diferentes tribunas que la afamada prensa carlista le proporciona (“La Regeneración”, “La Esperanza”…) Trelles defiende la causa de una España católica y de un Rey (D. Carlos VII) que quería ser padre de los pobres y tutor de los débiles.
Ahora bien, la más genuina aportación de Trelles al apostolado de la prensa es la fundación y la redacción casi exclusiva durante más de veinte años de “La Lampara del Santuario”(1870 –1891), revista mensual de 40 páginas, de carácter religioso, para desarrollar la formación y devoción Eucarística. Es este el proyecto que junto con la Adoración Nocturna suponen la mayor aportación de Trelles al compromiso laical. El esfuerzo considerable, tanto económico como intelectual, que supuso la publicación de las más de 10.000 paginas que constituye la obra completa de La Lámpara en época de Trelles, convierten a Trelles en un autentico cruzado por mejorar la cultura religiosa en España. Podemos decir que es difícil comprender el Culto Continuo y posteriormente La Adoración Nocturna sin el soporte cultural, doctrinal e intelectual de La Lámpara del Santuario.
El compromiso laical de Trelles (su evangelización)
El compromiso laical de Don Luís no era unidimensional y es necesario referirse a su actividad como jurista, como periodista, como laico, y como político para comprender la intensidad de vida laical de Trelles.
Podríamos estructurar este compromiso laical partiendo de su compromiso con los marginados (en este sentido el profesor Puy en “Luís de Trelles o el compromiso con los marginados”). Marginados por multitud de causas –políticas, ideológicas, religiosas, económicas…-
Es este compromiso laical el que hace que la figura de Don Luís sea una figura atractiva para todos los católicos. Su continuo trabajo en diferentes campos sociales, su diversa actividad desde la política, pasando por el ejercicio profesional, sin olvidar su actividad publicista, y sobre todo su activismo cristiano, nos demuestran que cuando la causa es intrínsecamente buena las fuerzas nunca faltan.
Biografía:
Luís de Trelles y Noguerol nació en Viveiro (Lugo), el 20 de Agosto de 1819.
Hombre de temperamento muy activo, de indudable inteligencia y de gran erudición, hizo los estudios básicos en el “Colegio Insigne de la Natividad” de dicha Ciudad, fundado por Doña María Sarmiento de Sotomayor (1567 – 1603).
A los 11 años se trasladó al seminario Conciliar de Mondoñedo, centro superior donde se podía cursar entonces la enseñanza media. Allí cursó humanidades y filosofía escolástica, destacando en el dominio del latín y en las asignaturas de Lógica y Dialéctica.
De 1833 a 1838 cursó leyes en la Universidad de Santiago de Compostela. A la vista de su brillante expediente, se le autorizó a adelantar un curso, graduándose de Bachiller a claustro pleno, nemine discrepante en 1836. Al terminar el curso siguiente y último de la carrera, impartió clases de Derecho Civil. En dicha Universidad destacó por su brillantez intelectual, por el dominio de los idiomas y por sus dotes de enseñante como profesor encargado de la asignatura de Derecho Civil. Con otros alumnos de la Universidad y de la sociedad compostelana, promovió distintas iniciativas intelectuales. En estos círculos se encontraban personajes que más tarde destacarían en la política y la literatura gallega y española: Carracido, Neira de Mosquera, Vicente Manuel Cociña, Faraldo, etc.
En 1840 abrió despacho de abogado en su pueblo natal, Viveiro.
En 1842, se trasladó a La Coruña donde se matriculó como abogado en ejercicio, destacando desde el primer momento por su inteligencia y profundo conocimiento del Derecho. Fue abogado de pobres, entonces ejercicio voluntario y gratuito; miembro de la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados, Secretario de dicho Colegio y Vocal de la Comisión que redactó el proyecto de Reglamento.En esta misma época, y a pesar de su juventud, desempeñó la asesoría y fiscalía de Rentas de La Coruña y, por nombramiento de la Sala de Gobierno de la Audiencia, la Cátedra del Notariado y la Secretaría de la Junta del Cuerpo de Notarios.
Ejerciendo como abogado en La Coruña, es designado por el Capitán General para que ejerza interinamente como fiscal del Juzgado Privativo de Artillería e Ingenieros, la Audiencia Territorial le nombró Auditor de Guerra, cargo que desempeñó hasta su marcha a Madrid. Desde estos últimos cargos, contribuyó a los proyectos de desarrollo de la región gallega en la modernización de los núcleos urbanos, trazado de comunicaciones, tanto marítimas como terrestres, en los primeros proyectos ferroviarios. Intervino en la confección del Tratado de Límites con Portugal, aún vigente. Como Auditor, informó favorablemente la desamortización de los bienes militares afectos a la defensa de las costas y fronteras, facilitando el ensanche de ciudades como Vigo, Ferrol, Tui, Salvaterra, Ribadavia, Corcubión, Verín, Baiona y otras muchas de la región.
Ya en esta etapa coruñesa, junto con otros abogados, fundó la Revista Periódica, Jurídica y Administrativa de Galicia, en la que colaboró asiduamente, a la vez que escribía en otros periódicos y revistas de la región sobre temas sociales, económicos, políticos y jurídicos, destacando sus estudios sobre la aplicación del art. 248 del Código Penal – donde defiende el principio in dubio pro reo; art. 45 de la Ley Provisional – donde se decanta por el principio de legalidad y el control jurisdiccional de los medios de prueba – y en otras materias jurídicas de gran importancia.
En 1852, se trasladó a Madrid. Fue elegido Diputado por la circunscripción de Viveiro en las elecciones de 1853. En agosto de ese año, renunció al acta de diputado por desacuerdo con la política seguida por el Gobierno.
En 1858 fundó en Viveiro la Conferencia de San Vicente de Paúl, movimiento que contribuyó a divulgar en España, iniciando así toda una actividad asistencial que le acompañó durante toda su vida.
Fuera de la política, se dedicó plenamente a la abogacía donde obtuvo señalados triunfos forenses.
Ejerció el periodismo, siendo fundador, redactor y Director, junto a Vicente Manuel Cociña y Tiburcio Faraldo del diario El Oriente de tendencia progresista, hasta que fue cerrado por el Gobierno de Sartorius, y sus responsables fueron objeto de una violenta persecución. Más tarde colaboro en los periódicos La Regeneración, La Esperanza y El Pensamiento Español
En 1863, a los cuarenta y tres años, contrajo matrimonio en Madrid, con doña Adelaida Cuadrado Retana, de la que nacieron tres hijos.
Participó en el Congreso de Jurisconsultos celebrado en Madrid, en octubre de 1863, defendiendo brillantemente una ponencia sobre la codificación del Derecho y los principios que debían inspirarla. Se le concedió la condecoración de Comendador de la Real y Distinguida Orden de Carlos III, por sus relevantes servicios al Estado.
En 1869 fundó la Comisión de trescientos Abogados por provincias para la defensa de perseguidos políticos, que por el hecho de ser católicos iban a la cárcel.
En 1871, frente a Castelar, obtuvo Acta de Diputado por el distrito de Vilademuls (Gerona).
Pero fue con motivo de la Tercera Guerra Carlista cuando la actividad de Trelles adquirió su dimensión de hombre excepcional, tanto como abogado, como apóstol de la caridad. Promovió un “Protocolo para la protección de los no combatientes”, que fue aceptado por ambas partes contendientes y cuyas cláusulas se adelantaron en más de cincuenta años a los Convenios de Ginebra; gestionó la libre circulación de las comunicaciones ferroviarias entre las zonas en conflicto, la inviolabilidad de la correspondencia, la protección e inmunidad de los lugares sagrados y asistenciales, la asistencia sanitaria y humanitaria a favor de los combatientes prisioneros, la eliminación de las represalias y, lo que constituye una obra gigantesca, el Canje de Prisioneros con su integración a la vida civil, que permitió la liberación de 20.000 prisioneros de guerra, y en cuya aplicación, recorriendo miles de kilómetros, escribiendo cientos de cartas, negociando, demandando clemencia y procurando suavizar los efectos crueles de la guerra, fue protagonista excepcional Trelles, reconocido incluso por Cánovas y Sagasta.
Ésta fue la obra humanitaria más importante de esta guerra, que compaginó con su gran patriotismo aceptando la contribución de los prisioneros carlistas en la defensa de los territorios de Ultramar.
Trelles, desde 1854 puede decirse que abandonó la política dedicándose de lleno a la caridad y al apostolado; aunque en 1869 volvió a la actividad política, fue con carácter puramente instrumental, como defensor de la religión. Después de la Tercera Guerra Carlista renunció definitivamente a toda actividad política, dedicándose a la abogacía y al apostolado religioso y social. Como abogado, intervino en famosos procesos, tanto penales como civiles; como católico, empezó una tarea única en la historia de la Iglesia Española del siglo XIX.
- Impulsó la Asociación del Culto Continuo, que dejó a la hora de su muerte 270.000 socios.
- Fundó en 1870 la revista La Lámpara del Santuario que editó, costeó, dirigió y redactó durante 21 años y seis meses, una revista de 40 páginas mensuales, considerada la primera de espiritualidad eucarística de España.
- En diciembre de 1872, fundó El Centro Eucarístico de Madrid, al que quedaron vinculadas todas las obras eucarísticas por él fundadas.
- En 1877, fundó la Adoración Nocturna en España, organizando personalmente hasta su muerte más de medio centenar de centros por todo el país, poniendo los cimientos de esta Obra que cuenta actualmente con más de 25.000 adoradores en España y que se ha extendido a otros países como Portugal, República Dominicana, Méjico, Argentina, Cuba y otros...
- En 1881, fundó las Camareras de Jesús Sacramentado.
Falleció en Zamora el 1 de Julio de 1891, donde le sorprendió una grave enfermedad cuando visitaba las Secciones de la Adoración Nocturna de Toro y Zamora. Sus restos descansan en la S.I. Catedral de esta Ciudad.
Toda una vida ejemplar, reconocida unánimemente, entregada a los hombres, y a la sociedad, que ha merecido la instrucción de su Proceso de Canonización, actualmente en Roma.
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