Indudablemente, acierta D. Luis al referir que la Religión dota a la monarquía de un contenido trascendente; acierta igualmente al refererir que si faltare cualquier elemento de nuestro trilema (Dios, Patria y Rey) se desequilibraría la arquitectura política defendida por el carlismo, somentiendola a fatales consecuencias.
En lo que no acierta tanto, es en decir que el Rey es la columna maestra en la que se apoya toda la estructura de la monarquía que defendemos, la pieza clave que articula un sistema ahormado sobre la autoridad real. Comprendemos lo que el Sr. Pérez Domingo quiere decir, pero no entendemos la expresión.
Comprendemos, por cuanto la inexistencia de un Rey Legítimo, hace dificil la lucha por un sistema tradicional de gobierno, pero no entendemos la expresión, por cuanto la consideramos incorrecta. Efectivamente, la columna maestra en la que se apoya la doctrina tradicional es Dios, y la Monarquía Católica, no deja de ser la expresión más acabada, la expresión más perfecta de dicha Doctrina Tradicional. Expresión acabada y perfecta, pero sin Rey, siempre y cuando se respetera a Dios, el sistema político sería mas justo y cristiano que cualquier otro sistema donde estuviera presente Patria y Rey, pero sin Dios.
Solo Dios basta, pues sólo Cristo es Rey, Rey Eterno, Rey Universal y nuestro Señor Natural.
Compartimos igualmente con el Sr. Pérez Domingo, que el Carlismo no ha de pervivir en una facción, sino en una Organización, con la que todos debemos colaborar en el cumplimiento de nuestros Principios:
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